viernes, 23 de abril de 2010
AMBIVALENCIA
Desde el frio abismo de mi alma te observo, ajena, distante. Nebulosas sombras que invaden tu imagen, dudoso destino que en mi corazón arde. La luz me invade y puedo tocarte, puedo sentirte, puedo soñarte. Me pierdo en tus ojos y en tus brazos desvanezco, en tus labios enloquezco y en tu aroma estremezco. Mujer de plata, ángel de luz, déjame verte una vez más y tocar tu alma, preciosa estrella de fuego rosa, arde en mi pecho a toda hora. Te observo una vez más y me sumerjo, las nebulosas sombras me llenan por dentro. Desde el frio abismo de mi alma te observo, distante, radiante, bella, ajena.
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