Sabía que no tendrías la respuesta a mi me pregunta, aun así levante el teléfono con la ilusión de escuchar nuevamente tu voz, mis dedos marcando los números lentamente, tembloroso. El tono del dial, mi corazón a punto de salirse de mi pecho, el reloj en el pilar marcaba las dos de la mañana. Tu voz del otro lado de la línea, extrañada, preguntaste quien hablaba, te dije mi nombre, inquieta y un tanto preocupada preguntaste que pasaba, te dije mi problema aun sabiendo que no tendrías lo que necesitaba. Escuche tu voz, hace tiempo que no lo hacia, tan lejos, únicamente una bocina que me decía que eras tu, el sonido de mi corazón en todo el lugar, las dos de la mañana, yo sabia que no tendrías respuesta, pero no pude resistir un par de días más.
jueves, 27 de agosto de 2009
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