lunes, 6 de julio de 2009

ME ENAMORE DE LA LUNA (PARTE 1)


Me enamore de la luna, me cautivo su perfecta figura enmarcada por millones de astros que engalanan su dulce cara. Me paseaba esa noche por un valle de admirables imágenes, el viento cálido de verano acariciaba mi rostro como la mano de una dulce amante. Dejándome llevar por esa tranquilizante sensación de paz llegue con mi mirada hacia el horizonte, clavado en aquella visión inmensamente hermosa me aleje de toda la irracionalidad del mundo, ahí estaba, en la inmensa bóveda, tranquila, serena, paciente… la luna, hermosura de hermosuras, pendiente de la danza de la luciérnagas entre el pasto crecido a mi alrededor, vacilante subí a una colina en el centro de aquel valle, quise alcanzar con mis manos aquella perla azulada,- mírame, hermosa dama de los cielos, quiero tenerte para mi, quiero tener tu dulce luz y tu perfecta figura- grite tan alto como pude tratando que me escuchase aquel invaluable trozo de universo.
-he venido a ti mi señora, eme aquí para apreciarte y amarte toda la eternidad- ella miro hacia abajo y me observo con su rostro pintado de estrellas. Su mirada me cautivo y estuve a su merced. Desde aquel día cada noche recorría el valle a su lado, admirándola, amándonos entre la suave maleza que tapiza la tierra suelta de este rincón fantástico.
No puedo describir con facilidad las sensaciones que arremetían contra mi cada que estaba cerca de ella, mi mirada prisionera de sus ojos, mis manos esclavas de su piel, mi razón atravesada por sus palabras. Mi ser paralizado por su belleza no comprendía tales momentos de gracia.

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